lunes, 27 de abril de 2009

Noticia 27 de abril de 2009

LAS ENFERMERAS PIDEN UN PROTOCOLO PARA PREVENIR EL ACOSO LABORAL EN GIPUZKOA

La presidenta del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa, María Jesús Zapirain, reclamó ayer la implantación de un protocolo para poder prevenir el acoso laboral, que muchas veces pasa desapercibido y que, sin embargo, entre los profesionales sanitarios (y ahí el de las enfermeras es el colectivo más numeroso) presenta una de las tasas más altas, del 13% (cuando la media es del 9%).

El psicólogo y experto en mobbing Iñaki Piñuel ofreció ayer una charla para los profesionales de la enfermería en Donostia. Piñuel, autor del primer estudio en el Estado sobre acoso laboral, incidió en las dificultades de frenar estos hostigamientos continuados una vez que comienzan, "porque es un fenómeno que dura en el tiempo": de ahí la importancia de prevenirlos mediante procedimientos de actuación establecidos.

En la actualidad, ese tipo de protocolos "son excepcionales" pero, según afirmó Piñuel, se ha demostrado que en los casos que funcionan el mobbing cae. "Se rompe la impunidad del acosador y se hace más difícil ese acoso", incidió el experto. Para lograrlo, plantea evaluaciones del riesgo psico-social entre los trabajadores periódicamente o una monitorización de quien padezca un maltrato continuado. También establecer cauces para que, en caso de que se detecte un caso de mobbing , la víctima pueda denunciarlo cuanto antes.

Y es que, según el Observatorio Vasco de Acoso Laboral, sólo en torno al 1% de quienes padecen acoso acaban presentando una denuncia en el juzgado. Entre ellos, la mitad de los casos se resuelven con un acuerdo entre las partes y en los que llega a haber sentencia, la mitad son contrarias a la víctima: "Incluso si la sentencia es favorable la victoria es pírrica, porque debe volver a su puesto de trabajo con los mismos compañeros que, normalmente, no lo acogen bien y hay mayor riesgo de padecer remobbing , un acoso más sutil y más duro". De ahí que, en opinión del experto, no deba buscarse en los juzgados la solución a los casos de acoso laboral, sino en la prevención.

causas Tras elaborar varios estudios, Piñuel explicó que la causa del mobbing es que alguien -normalmente un superior pero también un compañero o incluso varios subordinados- perciban que otra persona es una amenaza para ellos. Así, los trabajadores que sufren acoso, habitualmente, son buenos profesionales, con éxito laboral y personal que amenazan a otros más mediocres.

Por eso Piñuel insistió en que la causa del acoso no está nunca en la víctima, en que no hay personas "más vulnerables" que otras a padecerlo. Más bien al contrario, suele ser gente muy válida que destaca por su trabajo. Sin embargo, una vez que empiezan a padecer mobbing , su conducta, su trabajo y su capacidad se resienten e, incluso, se les hace creer que son esos posibles errores la causa de recriminaciones cuando, en realidad, son la consecuencia del mobbing .

Y es que, entre los daños que produce ese hostigamiento continuado, Piñuel destacó que, además de problemas psico-somáticos, depresión, insomnio o cefaleas, el cuadro más habitual es el del síndrome de estrés postraumático. "Si no se trata, el cuadro se cronifica y puede acabar con la vida laboral de esa persona", señaló.

tipos de 'mobbing' Según sus estudios, dos de cada tres casos de acoso son verticales, es decir, los ejerce un superior, mientras que en torno a un 15% ó 20% son horizontales (entre compañeros) y uno de cada diez se da entre un grupo de subordinados hacia su jefe.

Al tiempo que incidió en que no hay un perfil de víctima, subrayó que sí lo hay entre los acosadores. "Son gente de personalidad narcisista con problemas de autoestima que compensa con arrogancia y agresividad, o personalidades paranoides que ven amenazas donde no las hay o, por último, psicópatas organizacionales, personas astutas y con una imagen encantadora con mucha capacidad de hacer daño", explicó. Esa gente "aprende" a acosar desde el colegio, por lo que Piñuel incidió en que es necesario actuar contra el bullying escolar para evitar que esos niños que acosan a sus compañeros sigan actuando así en su vida adulta.

El colectivo sanitario en general, y el de la enfermería en particular, es uno de los que más casos de mobbing presenta según Piñuel, que asocia este hecho a que sea una profesión donde el estrés o las urgencias y contingencias graves son frecuentes.

Según el estudio realizado entre enfermeras que han sufrido acoso laboral, algunas de las formas en las que se manifiesta el mobbing son las siguientes: sobrecargan de trabajo a la víctima, le hacen el vacío y la ignoran, la presionan, la menosprecian personal y profesionalmente, la critican y reprochan por sus decisiones, controlan su trabajo para intentar pillarla en algún error, la humillan en público o le obligan a realizar trabajos contrarios a sus principios.

crisis Todo esto se está agravando, en opinión de Piñuel, con la situación económica actual: "La crisis aumenta el miedo a perder el puesto de trabajo", se incrementa así la competitividad y el ver como "amenazas" a algunos compañeros y, también, hace que la víctima "se trague" el hostigamiento que recibe por temor a perder su empleo. "Y el peor pronóstico es el de quien piensa que ya pasará, porque el tiempo complica la situación, la agrava y amplía la sensación de impunidad del acosador".

Para evitarlo, Zapirain insistió en la necesidad de hacer visibles los casos que se estén dando para ayudar a las víctimas y ofrecerles cauces de actuación. Y es que tampoco es fácil calcular cuántas personas pueden padecer acoso laboral porque la mayoría no lo hace público.

En Gipuzkoa no existe ese tipo de protocolos, por lo que la presidenta del Colegio de Enfermería recalcó la necesidad de implantarlo para anticiparse al mobbing .