lunes, 29 de agosto de 2011

El Hospital Civil ensaya un sistema para agilizar la atención en Urgencias



Que el paciente esté el menor tiempo posible en Urgencias y que se alivie su dolor cuanto antes. Esos son los principales objetivos de una iniciativa puesta en marcha en el Hospital Civil para agilizar la atención en ese área asistencial y en la que los enfermeros son la pieza clave. Cuando un paciente llega a Urgencias, los enfermeros recepcionan, acogen y clasifican a los pacientes en función de su gravedad. Los más graves se consideran prioridad 1. Hay cinco categorías, así que el 5 se asigna a los casos más banales. Por eso hay personas que llegan después y entran antes; porque están más graves. Ese es el sistema que se utiliza en la actualidad.

Pero desde hace un mes, en el Civil se hace una clasificación avanzada. El sistema consiste en establecer protocolos según los cuadros clínicos que presenten los enfermos para que haya ciertas pruebas diagnósticas y tratamientos que puedan ir avanzando los enfermeros. Así, una vez hecha la clasificación del paciente, pueden solicitar radiografías, análisis de sangre, de orina, de glucemia, electrocardiogramas, según cada caso. Incluso, pueden ir administrando analgésicos en dolores de oídos, de muelas, lumbares o en cólicos nefríticos de repetición. "El objetivo es que el paciente esté menos tiempo y con menos dolor", explica la supervisora de Enfermería de Urgencias del Hospital Civil, Marta Ríos.

Este centro sanitario ha sido escogido para el pilotaje del sistema porque atiende a un menor volumen de urgencias. Aunque su cifra de asistencias no es nada desdeñable. En 2010, asistió a 92.766 personas, lo que supone una media diaria de 254. Del total, el 95% de las urgencias, fueron en realidad de prioridad 4 y 5; lo que significa que eran procesos de menor gravedad.

En función de los resultados que arroje la aplicación del sistema se decidirá su ampliación a las Urgencias del Carlos Haya, hospital al que pertenece el Civil.

Con esta clasificación avanzada, todas las partes ganan. El primero, el paciente, "que sufre menos y pasa menos tiempo en Urgencias", según insiste Ríos. Pero el sistema también supone un avance en las competencias de los enfermeros que explotan al máximo todas sus capacidades profesionales y para el médico, que cuando recibe al enfermo ya tiene sobre su mesa el resultado de pruebas que son de cajón. Luego, el facultativo puede pedir otras más. Y también el sistema sanitario sale ganando porque hay una mayor agilidad en la atención de las personas que acuden a Urgencias.