viernes, 3 de febrero de 2012

IBIZA: Colapso en Urgencias

El sindicato de enfermería Satse denunció ayer el colapso del servicio de Urgencias de Can Misses, un espacio en el que se los enfermos están distribuidos por los pasillos a la espera de que quede libre una cama. La noche del lunes hubo hasta 18 pacientes en camas en los pasillos, según este sindicato. «Se avisó al jefe de guardia y se pidió que se abriera la tercera planta, pero sólo se autorizó a que bajaran camas de la tercera planta de Urgencias», señalaron desde Satse.
De hecho, criticaron, había numerosos pacientes en las dos salas de boxes y, algunos de ellos, críticos. Según el sindicato, a las dos de la tarde de ayer había 14 personas pendientes de una cama que aguardaban en Urgencias a que se dieran las altas médicas para poder trasladarlos a la planta.
Desde el Satse criticaron también que no haya un refuerzo de enfermería «cuando siguen entrando urgencias sin parar, no se ha puesto ni un refuerzo de enfermeras ni de auxiliares y han vuelto a decir que no se abre la tercera».
Ante esta situación, la delegada del Satse en Eivissa, Carmen Ortiz, lamentó que «los pacientes no puedan recibir el servicio de calidad que se merecen, no es justo y, además, hay enfermeras en paro dispuestas a trabajar».
La Gerencia del Área de Salut decidió cerrar en diciembre del año pasado la Unidad Asistencial de Hospitalización de Semana (UAHS) con 14 camas, ubicada en la tercera planta. En su momento se argumentó que se trataba de una medida de eficiencia y que se volvería a abrir si el hospital estaba cola colapso.
Por su parte, ayer por la tarde, desde la gerencia de Can Misses reconocieron que ayer por la mañana «había 18 personas pendientes de ser ingresadas», es decir, 18 enfermos distribuidos en camillas por los pasillos de Urgencias con sus acompañantes al lado esperando a que haya un alta para que se les asigne una habitación.
A las siete y cinco de la tarde, momento en que la gerencia de Can Misses informó de que, efectivamente, en Urgencias había «cierto colapso», eran cinco los pacientes que esperaban sobre una camilla en los pasillos.