viernes, 16 de marzo de 2012

Pacientes de Urgencias de A Coruña esperan 72 horas sentados

El servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña funciona desde el pasado fin de semana como "un almacén de enfermos", denunció ayer su personal. Colapsado, hasta 60 pacientes llegaron en algunos momentos, como el lunes, a concentrarse en los pasillos sentados durante horas o incluso días en simples sofás o en camillas. Las de ocho ambulancias fueron requisadas para paliar la falta de camas y obligaron a mantener temporalmente indisponibles los vehículos. La comisión de centros del hospital presentó ayer una denuncia por el grave deterioro de este servicio que atribuyen a "una falta de previsión y de medidas". Pero no hay respuesta de la gerencia.

“Hay pacientes que llevan en el servicio de Urgencias 72 horas sentados”, asegura el personal en su escrito. “Como siempre, dirán que es un problema puntual”, un colapso por el repunte de casos de gripe, “pero no es así”, aseguró Ángela Alvarado, representante del CSIF en el hospital coruñés. Relató que el pasado sábado, la tensión por la saturación del servicio originó "peleas" entre pacientes y personal sanitario.

“Es imposible realizar una correcta valoración de los pacientes, y si Urgencias sigue funcionando es por la profesionalidad del personal que trabaja en condiciones deplorables”, asegura en su denuncia la Comisión de Centros. “Es vergonzoso como están los pacientes, con una calidad asistencial tan mermada, no hay ni intimidad y las condiciones de atención e incluso de higiene y sanitarias son propias de un país tercermundista”, agregaron los representantes sindicales. En su escrito, el personal del hospital coruñés exigen medidas para resolver “de inmediato” esta situación. Proponen que se abran unidades en el otro hospital público de A Coruña y que se contrate a más personal además de ampliar los medios. En una concentración, ayer, ante el centro que congregó a medio millar de trabajadores, denunciaron que el deterioro es consecuencia de tres años de recortes sucesivos