miércoles, 9 de mayo de 2012

El SAS prescinde del 40% del personal de refuerzo para atender las Urgencias

El distrito sanitario Sevilla, que coordina a todos los equipos de los centros de salud en la ciudad, prescinde desde el 1 de mayo del 40% del personal de refuerzo encargado de atender los Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) ante las ausencias de la plantilla estructural del SAS provocadas por bajas médicas, maternidad, permisos o vacaciones. Según datos facilitados por el sindicato de funcionarios CSIF, el SAS no ha renovado el contrato a cinco médicos, cinco enfermeros y cinco celadores-conductores especializados en atender emergencias y urgencias, lo que provocará una previsible merma en esta asistencia, clave para la supervivencia ante situaciones graves como un infarto de miocardio o un ictus. Tras esta reducción de trabajadores eventuales, la plantilla de refuerzo o continuidad asistencial cuenta en la actualidad sólo con ocho médicos, ocho celadores y ocho enfermeros. La Delegación de Salud confirmó ayer que en mayo se ha contratado a este volumen de profesionales, "de acuerdo a las necesidades del mes".
Este personal de refuerzo conocido en el sector sanitario como plantilla colchón está sometido a contratos eventuales que se renuevan cada tres o cuatro meses, en función de las necesidades. "Desde hace cinco años el SAS ha encadenado la renovación de los contratos de la mayoría de los profesionales", advierte Fernando Castelló, presidente de Sanidad en el CSIF, quien advierte que los Cuidados Críticos y las Urgencias requieren de profesionales muy especializados por la delicada situación en la que suelen encontrarse los enfermos. La plantilla estructural con contratos fijos en los Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) en los centros de salud la integran más de 390 profesionales, según los datos de esta central. "Cuando se produce alguna incidencia, en periodos de vacaciones de esta plantilla, bajas maternales o médicas es el personal de refuerzo el encargado de asistir las urgencias a domicilio o en la vía pública", añade Castelló. Por ejemplo, durante "las últimas vacaciones de Navidad esta plantilla de refuerzo no fue suficiente para cubrir la demanda asistencial en la ciudad de modo que muchos profesionales de la plantilla fija en los DCCU se vieron obligados a renunciar a sus vacaciones en estas fiestas", denuncia el CSIF.

Ante esta pérdida de profesionales de base en sanidad, el CSIF critica que "la política de los gerentes de los distritos es la de reducir personal en los centros de salud y consultorios, no así en la gran cantidad de directores, jefes y responsables, que se ha duplicado en los últimos años, suponiendo un elevado coste de los fondos públicos destinados a la sanidad". La reorganización de las denominadas Unidades de Gestión Clínica ha supuesto además la creación de los incentivos por productividad que suponen un sobresueldo para cargos directivos en torno a 15.000 euros al año. Castelló advierte que mientras el número de directivos ha crecido, así como estos incentivos, se reduce el personal de refuerzo, siendo la enfermería el colectivo más afectado. La pérdida de trabajadores se traduce en el deterioro de la asistencia que recibe la población.

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